ASOCIACIÓN CIVIL JUNTOS POR UN SUEÑO PARTICIPA DEL PROYECTO MANOS A LA HUERTA

Manos a la Huerta está integrado por unas ocho huertas comunitarias de Ciudad de la Costa, ubicadas desde Shangrilá hasta El Pinar. Se estima que el proyecto aglutina a más de mil vecinos y vecinas y surgió con el objetivo de promover las huertas familiares y comunitarias como una herramienta para el cuidado de la salud integral y para fomentar la participación de la ciudadanía y la inclusión social.

La iniciativa consiste en el fortalecimiento de la red de huertas familiares y comunitarias ya existentes en Ciudad de la Costa, lo que permitirá crear una red de iniciativas solidarias, sostenibles y saludables. Una de las organizaciones que participa del proyecto es Juntos por un Sueño, asociación civil fundada por padres y madres de jóvenes con discapacidad, que en su centro ocupacional brinda diversos talleres, entre ellos el de huerta.

El presidente de Juntos por un Sueño, Horacio Ponce, explicó que para la asociación es muy importante el proyecto de huerta porque funciona como una base y permite “tener el alimento a la mano para poder trabajarlo y elaborarlo en la cocina”, al tiempo que “les da la oportunidad a los chiquilines de trasladar lo que aprenden a sus casas”.

Asimismo, Ponce indicó que la relevancia de la iniciativa radica en que los participantes puedan aprender “a comer saludable y encontrarle el gusto a las cosas”, así como a preparar recetas con lo cosechado. En el caso de Manos a la Huerta, la asociación trabaja junto al Municipio de Ciudad de la Costa, ya que de esa manera tiene la “oportunidad de poder abrir la huerta al barrio” y mostrar el trabajo que se realiza.

El Presidente de la asociación sostuvo que el sistema de “camas en alto” con el que trabajan permite que las personas en situación de discapacidad puedan acceder con facilidad a las plantas, a la tierra y a las herramientas.

Por su parte, Viviana Azar, profesora del taller de huerta, comentó que la metodología de trabajo consiste en ir identificando las capacidades de los participantes y en base a eso encomendar las tareas: algunos realizan plantines mientras que otros trabajan la tierra y siembran.

Con la vuelta a la presencialidad, han comenzado a mejorar la huerta con la finalidad de abrir el espacio al barrio y poder realizar ferias, con el propósito de que logren “desenvolverse un poquito más solos”, según afirmó la profesora. Han trabajado con plantines que donaron otras huertas de la zona y tienen sembradas plantas de estación: acelga, perejil, lechuga, remolacha y flores, como bocas de sapo o caléndulas.

Cristian, uno de los participantes de los talleres, dijo que le gusta “hacer canteros y plantar con la profesora de huerta”, quien les ha enseñado “a plantar, a sembrar y a cosechar”.

El trabajo de la asociación Juntos Por Un Sueño

Ana Lanz, integrante de Juntos Por Un Sueño, manifestó que la asociación ofrece talleres a personas en situación de discapacidad que tengan de 15 años en adelante, con el objetivo de que “tengan mayor autonomía y se den cuenta de que pueden hacer una cantidad de cosas, incluso pensando en la inclusión en el medio laboral”.

Lanz aseguró que en la asociación les brindan la oportunidad a los y las jóvenes de hacer cosas que a veces sus familias no les permiten, para protegerlos. “Les damos varios talleres –cocina, cerámica, musicoterapia, carpintería– y la oportunidad de socializar, de encontrarse, de estar en un ambiente amable y compartir con sus pares”, enfatizó.

Juntos por un Sueño surgió en Colinas de Solymar en el año 2006 como iniciativa de varias familias que no encontraban soluciones educativas para personas con discapacidad. Al comienzo se reunían en la parroquia San Benito y actualmente tienen su sede en Solymar norte, en un terreno cedido por la Intendencia de Canelones.

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